LAS TAREAS DEL MONAGUILLO EN LA MISA
Ser Monaguillo es un servicio hermoso dentro de la Iglesia. Más que ayudar al Sacerdote, el monaguillo facilita el ambiente de oración y Solemnidad para toda la asamblea. Su tarea es servir con respeto, precisión y sentido espiritual.
En esta ocasión veremos cada momento en el que el monaguillo actúa durante la misa.
Preparación antes de la Misa
Preparación personal y espiritual
Antes de iniciar la Misa, es recomendable que el Monaguillo dedique unos minutos a disponerse interiormente haciendo una pequeña oración breve pero sincera poniendo en las manos de Dios su servicio. Es importante revisar que el Alba (Roquete y Sotana de Monaguillo) esté limpia, planchada y correctamente colocada, pues el modo de presentarse también honra al altar de Dios.
Revisión del espacio y de los objetos litúrgicos
El Monaguillo debe encargarse de organizar el Misal, verificar que el micrófono suene bien, y que los Dones y Vasos Sagrados sobre la credencia estén listos y confirma con el Sacerdote cualquier detalle adicional. Este momento previo es fundamental para asegurar que la misa transcurra con orden y fluidez.
La Procesión de Entrada
La Cruz procesional y el inicio de la celebración
En la procesión inicial, la presencia del monaguillo introduce solemnemente el acto litúrgico. En esta un Monaguillo porta la Cruz procesional, avanzando con paso firme y reverente hasta el Presbiterio, donde hace una inclinación de cabeza antes de colocar la Cruz en su base.
Si hay velas para la procesión los Monaguillos con la tarea de llevaras van ligeramente un poco atrás, acompañando al portador de la cruz.
Si hay otros Monaguillos estos van delante del Sacerdote con manos juntas en forma orante y postura respetuosa, reforzando la dignidad del momento.
Primera parte de la Misa: Ritos Iniciales
El misal en la oración colecta
Tras el saludo, el acto penitencial y el Gloria, un Monaguillo debe estar atento para acercarse al Sacerdote con el Misal abierto en la oración colecta del Propio del dio. Si hay otro Monaguillo este sostiene el micrófono sin llamar mucho la atención.
Liturgia de la Palabra
Actitud reverente y apoyo en el Evangelio
Durante las lecturas, el monaguillo mantiene una postura recogida y atenta. Si se utiliza incienso en la proclamación del Evangelio, el monaguillo entrega el incensario al Sacerdote antes de la lectura de este y lo acompaña hacia el ambón según las indicaciones. Este momento exige precisión y calma, pues se trata del anuncio solemne de la Palabra del Señor.
Liturgia Eucarística
Preparación del altar
Cuando llega el momento de preparar la mesa Eucarística, los monaguillos actúan con cuidado y delicadeza. Primero llevan el cáliz preparado, después las vinajeras (Primero el vino y luego el agua) regresando después las vinajeras a la credencia, luego los copones.
Lavado de manos
El rito del lavamanos se realiza con sobriedad. Luego de los copones los Monaguillos pasan a lavarle las manos al sacerdote (Antes y después hacen reverencia), si hay incienso los dones se inciensan primero. Cuando son dos monaguillos, uno sostiene la jofaina y la toalla, mientras el otro vierte el agua. Esta acción, aunque sencilla, expresa la purificación interior que precede a la plegaria eucarística.
Consagración del Pan y el Vino
Luego de llevar los dones al altar, un Monaguillo toma el Misal y le presenta la Oración Sobre las Ofrendas al Sacerdote, inmediatamente después el Prefacio y luego del Santo la Plegaria Eucarística.
Momento de las campanillas
Durante la consagración, el monaguillo hace sonar las campanas en las tres partes tradicionales: la epíclesis y las dos elevaciones.
La Comunión
Asistencia en el altar durante la distribución
En la comunión, el monaguillo permanece atento a las necesidades del sacerdote o ministros. Si hay patena para la comunión, un monaguillo va con el sacerdote mientras este distribuye la comunión, colocando la patena debajo de la barbilla de los que se acercan a comulgar, evitando asi que ninguna partícula del Cuerpo de Cristo carga al piso.
Si no se tiene esta patena de igual forma el Monaguillo se coloca al lado del sacerdote, verificando que no se le carga la comunión a ningún feligrés, o no la intenten profanar, o se le queden partículas visibles en las manos de los que comulgan, u otras acciones con las que pueda servir en este momento (Teniendo presente que han comulgado y aunque estén sirviendo deben estar ya en actitud de recogimiento y comunión espiritual con el señor).
Luego de que todos comulguen los monaguillos ayudan en la purificación de los vasos sagrados, llevando el agua, o las velas si se van a reservar hostias consagradas.
Rito de Conclusión y Procesión de Salida
Oración final y despedida
Un monaguillo se acerca nuevamente con el misal para la Oración Postcomunión. Al finalizar la misa, salen de manera semejante a la entrada. Uno toma la cruz procesional, hacen reverencia al altar y el de la cruz encabeza la procesión de salida con solemnidad.
Después de la Misa
Orden y agradecimiento
Al concluir la celebración, el monaguillo puede colaborar con al sacristán para guardar con cuidado la cruz, las velas, los vasos sagrados, los libros litúrgicos y todo lo utilizado durante la misa. Este momento no es un simple “recoger”, sino un acto de respeto hacia los objetos litúrgicos y Sagrados. Finalmente, pueden dedicar unos segundos a una acción de gracias personal para cerrar espiritualmente el servicio ofrecido.
El monaguillo es un servidor del altar y un acompañante silencioso del misterio de la Eucaristía. Su manera de actuar —atenta, ordenada y reverente— ayuda a que todos vivan la misa con más profundidad. Servir es un honor y una responsabilidad que se aprende con dedicación y se perfecciona con amor.
