🏕️ CAMPAMENTO DE VERANO 2025
“Jesús también fue niño como Tú”
📖 Frase Bíblica:
“Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres.” Lucas 2, 52
PREGUNTAS INICIALES PARA MOTIVAR EL TEMA:
¿Sabían que Jesús también fue un niño como ustedes?
¿Se imaginan cómo era Jesús cuando tenía su edad?
¿Creen que Jesús ayudaba a sus Papás en casa?
¿Cómo creen ustedes que Jesús se portaba con sus mayores?
¿Les gustaría parecerse a Jesús?
VAMOS A LEER UNA HISTORIA:
EL NIÑO DEL PUEBLO DE NAZARET
En un pequeño pueblo de tierra cálida y calles de piedra llamado Nazaret, vivía un niño con una sonrisa luminosa. Su nombre era Jesús.
Cada mañana, cuando el sol apenas salía, Jesús se despertaba con el canto de los gallos. Se estiraba, se frotaba los ojos y corría a besar a su Mamá, María, que ya estaba amasando el pan. Luego saludaba a su papá, José, quien trabajaba duro en su taller de carpintería.
Jesús no tenía juguetes caros ni grandes aventuras como en los cuentos, pero tenía lo más valioso de todo: una familia que lo amaba, un corazón generoso y un gran deseo de hacer lo correcto.
—Jesús, ven a ayudarme con la harina —decía María.
Y Jesús, aunque estaba jugando con sus piedritas, corría a ayudar.
—Sí, mamá —respondía con alegría.
Cuando su Padre le pedía ayuda para llevar herramientas pesadas o sostener una tabla de madera, Jesús no decía “¡No quiero!” ni se escondía. Aunque le costara, aunque no entendiera todo, Jesús siempre decía sí.
Un día, mientras jugaba con unos niños, uno de ellos tropezó y cayó. Algunos se rieron. Pero Jesús corrió a levantarlo y le limpió la rodilla con su ropa.
—¿Estás bien? —le preguntó con dulzura.
—Sí, gracias… —dijo el niño sorprendido.
—No te preocupes, Dios nos cuida —le dijo Jesús con una sonrisa.
Por las tardes, Jesús se sentaba junto a su Mamá a orar. Juntos hablaban con Dios. A veces lo hacía en voz alta, otras veces en silencio. Pero siempre lo hacía con amor. Él sabía que Dios era su Padre del cielo, y quería parecerse a Él.
Jesús no era un niño malcriado ni gritón. No hacía berrinches cuando algo no le salía. Claro que sentía cansancio y a veces tenía ganas de jugar más, pero siempre buscaba hacer lo que era bueno y correcto. No porque se lo obligaran, sino porque él sabía que amar también es obedecer, ayudar, compartir y rezar.
Todos en el pueblo lo querían mucho. Jesús era especial, pero no por magia. Era especial porque tenía un corazón limpio, lleno de fe y amor.
Y aunque pasaron los años y Jesús creció, ese corazón bueno de niño... nunca cambió.
REFLEXIÓN:
Jesús, mi amigo que también fue niño
A veces, cuando pensamos en Jesús, lo imaginamos haciendo milagros, hablando con multitudes o en la Cruz. Pero antes de todo eso, Jesús fue niño, como tú.
Sí, Jesús corrió por las calles de Nazaret, ayudó a barrer la casa, aprendió a leer, a orar, a compartir. Fue un niño que vivía en una familia, que aprendía poco a poco, que se caía, se ensuciaba, se levantaba y seguía.
Jesús también tuvo deberes: tenía que obedecer a María y José, rezar todos los días, ayudar en casa, y aprender a ser bueno. No tenía superpoderes para portarse bien. Lo hacía porque amaba a Dios y sabía que Dios lo amaba también.
Eso quiere decir algo muy importante para ti:
👉 Tú también puedes ser como Jesús.
Cuando arreglas tu cama, cuando compartes tus cosas, cuando ayudas a tus Papás, cuando no gritas, cuando vas a Misa, estás caminando como Jesús caminó.
Jesús es tu amigo, no alguien lejano. Te conoce, te entiende, te acompaña. Si un día te cuesta portarte bien, si te enojas o no quieres hacer caso, puedes decirle en tu corazón:
“Jesús, tú sabes cómo me siento. Ayúdame a ser como tú. Ayúdame a amar como tú”.
Él te escucha. Él también fue niño. Y desde el cielo te dirá:
“¡Sí puedes! Yo estuve en tus zapatos, y estoy contigo siempre”.
PREGUNTAS FINALES:
¿En qué cosas de tu vida puedes parecerte más a Jesús?
¿Qué puedes hacer en casa para ser como Él?
¿Jesús hacía todo perfecto de una vez o también aprendía poco a poco?
¿Cómo crees que Jesús oraba cuando era niño? ¿Cómo puedes orar tú?