"Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha: «Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo. Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa. Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver.»" Mateo 25: 34-36
¿Qué son las obras de misericordia corporales?
El término "Corporal" proviene del latín "corpus", que significa cuerpo. Estas obras se refieren a actos de amor concretos que buscan suplir las necesidades físicas de nuestros semejantes, alejándonos del egoísmo y acercándonos al prójimo.
En el Evangelio de San Mateo, Jesús también menciona que nuestras acciones hacia los más necesitados son vistas como un acto de amor dirigido hacia Él mismo:
"Entonces los justos dirán: «Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber?, ¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o sin ropa y te vestimos?, ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y te fuimos a ver?. El Rey responderá: «En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.»" San Mateo 25: 37- 40
Las siete obras de misericordia corporales son:
1. Dar de comer al hambriento:
La experiencia del hambre es dura, lo sabe quien ha vivido periodos de guerra o escasez. Siempre hay alguien que tiene hambre y responder a esta necesidad es tarea de todos.
Podemos dar de lo que nos sobra (Esto está bien), pero podemos dar también de lo que no nos sobra. “Todos dan a Dios de lo que les sobra. Ella, en cambio, dio todo lo que tenía para vivir” Lucas 21: 1- 4.
Podemos contribuir donando alimentos o sirviendo comidas a personas de escasos recursos.
2. Dar de beber al sediento:
Esta acción más allá de ofrecer agua física; representa sentir compasión y solidaridad con las comunidades que sufren escasez hídrica. E implica también concientizar a las personas sobre su conservación y cuidado del agua.
Podemos contribuir apoyando programas que proveen acceso al agua potable en comunidades necesitadas.
3. Dar posada al forastero:
Dijo el Papa Francisco: "Todos estamos llamados a acoger (Dar posada) a los hermanos y a las hermanas que huyen de la guerra, del hambre, de la violencia y de condiciones de vida inhumanas. Todos los que han perdido la patria, la familia, el trabajo y la dignidad".
4. Vestir al desnudo:
Ofrecer ropa a quienes carecen de ella no solo supone cubrir sus cuerpos, sino también restaurar su dignidad.
Claro, siempre y cuando la ropa no este rota o dañada, y piensa además en todo el espacio que ganarás en tu armario mientras ayudas a alguien.
5. Visitar a los enfermos:
Jesús se hizo cercano al paralítico, al leproso, al ciego, en fin, a enfermos de todo tipo. Aunque nosotros no podamos sanarlos como él y no todo el mundo es doctor o enfermero, hay otras maneras de ayudar.
Quien está enfermo muchas veces se siente solo, y un poco de compañía es una estupenda medicina. Una sonrisa, un apretón de manos son gestos simples, pero muy importantes para quien se siente abandonado: son gestos sencillos que alivian la soledad de quienes están enfermos.
6. Visitar a los presos:
Dios nos hizo libres y sabe que la falta de libertad es sin duda una de las privaciones más grandes para el ser humano. Sea lo que sea que haya hecho un preso y aunque esté en la cárcel por justa razón, él o ella es amado por Dios.
Esta obra de misericordia no solo se refiere a quienes están en la cárcel, sino que también nos llama a ayudar a quien ha perdido su libertad por razones como secuestro, esclavitud o manipulación emocional.
Para ejercer esta obra de misericordia puedes, por ejemplo, unirte a la Pastoral Penitenciaria de la iglesia.
7. Enterrar a los muertos:
Como dato curioso, esta obra de misericordia no está inspirada en las palabras de Jesús en Mateo 25, sino en el personaje bíblico de Tobías.
"Cuando se puso el sol, fui a cavar una fosa y lo enterré. Mis vecinos se me reían: «¡Ya no tiene miedo! Lo anduvieron buscando para matarlo por eso mismo y entonces se escapo; y ahora ahí esta, ¡otra vez enterrando a los muertos!»" Tobías 2: 7-8
Reconocer la dignidad del cuerpo humano (Que ha sido templo del Espíritu Santo), dar una sepultura digna y brindar apoyo a aquellos que han perdido seres queridos es un acto de amor y respeto.
8. Cuidar la casa común (El medio ambiente):
El Papa Francisco propuso el cuidado del medio ambiente como un complemento a las obras de misericordia, porque al ritmo que vamos, vamos a acabar con nuestra casa.
El Papa explicó que: "Los seres humanos están profundamente unidos unos a otros y a la creación en su totalidad. Cuando maltratamos a la naturaleza, maltratamos también a los seres humanos".
EN CONCLUSIÓN
Esta lista pudiera ser mucho más larga, porque cuando se trata de encontrar formas de amar, siempre se puede ser creativo.
Estas acciones son un recordatorio de la importancia de mirar más allá de nosotros mismos, atendiendo a las necesidades físicas y emocionales de nuestro prójimo.
Practicar estas obras no solo enriquece a quienes las reciben, sino que también nutren el alma de aquellos que las realizan.
Recordemos siempre las palabras de San Juan de la Cruz: "En el ocaso de nuestra vida seremos juzgados en el amor".
La Biblia es clara: "Como el cuerpo sin el aliento esta muerto, así esta muerta la fe sin obras" Santiago 2:26.